por la puerta de aquella mi casa
un día salieron
todos mis vestidos,
hileras de zapatos,
abrigos viejos,
libros entrañables,
cajas con fotos y calzones,
y las ganas de seguir...
uno a uno en el camión rentado,
se montaron bultos,
los años que pesaban,
la sartén,
y un par de tazas sin café...
por el mismo quicio,
cruzaron mudas de ropa,
bolsas llenas de tristeza,
y el temblor de mis pies,
que se aferraban a ese suelo...
....
mudar es desprenderse
para siempre...
aunque el corazón
mantenga intactos los latidos
y no haya más remedio que seguir
del otro lado del umbral.
Rosa Espinoza
Mexico, 1968
todas las fotos están tomadas en Undermount
feliz semana ...