Ayer fue un día intenso... desde primera hora de la mañana callejeando, oteando, divisando precios, mercancías... y charlando... conversando mucho... que enriquece el alma y quita el frío otoñal de las primeras horas del día...
Después de habernos surtido de ricas viandas... los tres amigos y cocinillas, nos fuimos hasta la Sociedad gastronómica más bonita de Donosti, según mi gusto claro está... para comenzar nuestra aventura culinaria ...
La Cofradía Vasca de Gastronomía, una de las sociedades gastronómicas más emblemáticas de la ciudad se encuentra en un alto en la parte vieja... Es viejita, pero con mucho encanto, luz y una bodega en cuyas paredes podemos tocar la antigua muralla de la ciudad...
En su cocina empezaba esta aventura... entre fogones... cortar, pelar, cocer, asar, emplatar, charlar, reír... y sobre todo aprender...
Mientras tanto... después de una animada sobremesa, decir que no hay nada mejor que la sonrisa de un niño después de tanto trajín...
Comerse la Vida a pequeños bocados...
Hacer de cada día un día extraordinario...
Un sueño, me encantaría hacer algo así, magnífico, me gusta, eso es disfrutar de la vida, un mercado, amigos, creatividad en la cocina compartida, un edificio precioso y acogedor, un sueño
ResponderEliminarMarina
colores, sabores, sensaciones, ser una esponja de todo ese ambiente culinario...con sus antes, durantes y despues...a fuego lento por favor que el tiempo se escurre como arena entre dedos...es muy traicionero...le haremos siempre trampas con la cajita de imagenes...magia, tu post de hoy-ayer es eso Vida Magica...y una suerte
ResponderEliminarEs verdad que el tiempo se escurre entre los dedos... por eso hay que vivir cada día como si fuese el ultimo de nuestra Vida... lo aprendí hace bien poquito...pero por lo menos lo aprendí...
ResponderEliminarPrecioso post y preciosa foto, estoy de acuerdo contigo, la sonrisa de un niño es lo mejor del día!!
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