Hoy es San Marcos, miércoles que en Irun, Hondarribia y Renteria los niñ@s no tienen cole porque es el día de su opila. La opila es un bizcocho que se decora con huevos cocidos pintados de rojo y con un montón de caramelos. En nuestros días esos huevos se han ido sustituyendo por los huevos de chocolate que nos gustan más a todos, incluida una servidora.
La verdad es que cuando yo llegue a vivir aquí me sorprendió esta costumbre. Me encantó ver todas las pastelerías y panaderías repletas de bizcochos teñidos de preciosos colores, entre los huevos y las golosinas y pensé que será esto tan rico que yo antes nunca había visto.
La tradición de la opila viene del siglo XIX, en esa época en el día de San Marcos se bendecian las campos y se iba de barrio en barrio repartiendo tortas de pan con huevos cocidos por todos los caseríos.
Más tarde un pastelero de Irún cambió esta base de pan por bizcocho y un día despistado coció los huevos en el agua en el que hacia las almendras garrapiñadas y así quedaron todos con la cascara teñida de rojo. Parece ser que una dama de Madrid a quién le encantó este pastel se llevo uno para su ahijada y de esta manera empezó esta tradición tan bonita en la que cada madrina regala a sus ahijad@s la opila el día de San Marcos.
Así que hoy que parece que el tiempo nos ha dado un poco de tregua y por fin no llueve, nos iremos con nuestra opila a disfrutarla al campo, con nuestros amigos, y mientras tanto...
disfrutaremos la VIDA... que hay días que son muy, pero que muy DULCES!
Buen Provecho a tod@s!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
gracias por comentar... de tus palabras reflexiono, aprendo, me inspiro... y me encantan!!!